¿Cómo se recupera el músculo de una lesión?

¿Te da curiosidad que ocurre a nivel celular tras un daño en el tejido muscular? Aquí una respuesta simplificada.

Tras sufrir un daño debido a una distensión en las fibras, las células musculares se ponen en marcha para cerrar esa herida y dejar una cicatriz funcional lo antes posible.

Los marcadores de alarma o daño como algunas Interleuquinas o citoquinas son los encargados de dar la orden de iniciar la respuesta inflamatoria, mediada por otras sustancias como los neutrófilos, los macrófagos M1 o los linfocitos T. Todos estos se encargan de fagocitar (digerir) el tejido dañado y producir citoquinas proinflamatorias.

La entrada en escena de los macrófagos M2 marca el final de la fase inflamatoria, produciendo citoquinas antinflamatorias, promoviendo la síntesis de proteínas miofibrilares y aumentando la llegada de las células satélites, las encargadas de unirse a los miotúbulos dañados y regenerar la zona aportando nuevos núcleos basales.

Analizando este proceso debemos tener en cuenta que los procesos inflamatorios NO son perjudiciales siempre y cuando entren dentro de unos estándares. Además, debemos conocer los tiempos de recuperación y maduración de los tejidos musculares para así adjudicarle la demanda necesaria en cada momento en la recuperación.

Contracción Muscular

¿Sabes cómo se produce una CONTRACCIÓN en la musculatura voluntaria de nuestro cuerpo?

Para iniciar cualquier movimiento, lo primero que ocurre es la generación de un impulso desde el SNC hacia los músculos que queremos mover, este impulso se envía mediante las motoneuronas α (neuronas encargadas de la habilidad motora en nuestro cuerpo). El nervio motor libera un neurotransmisor, la ACETILCOLINA en la unión neuromuscular, lo que provocará la despolarización de la membrana mediante la bomba Na+ / K+ que a su vez genera un potencial de acción que recorrerá toda la fibra muscular.

Cuando el potencial de acción llega a los TÚBULOS T, presentes en el el sarcolema, se produce una liberación de Ca++ mediante el retículo sarcoplasmático hacia el interior de la célula, su concentración dentro de esta.

Una vez alterada la concentración de Ca++ intracelular, este se une a la proteína TROPONINA C, un hecho que cambia la configuración de la tropomiosina, permitiendo la unión ⛓ entre la ACTINA y la MIOSINA, este proceso estará bajo demanda de energía en forma de ATP. La unión y creación de puentes cruzados entre ambas proteínas va a generar tensión, lo que se resume en un acortamiento del SARCÓMERO.

El acortamiento de muchos sarcómeros a la vez va a generar una contracción de la fibra muscular y muchas fibras musculares contrayéndose al unísono provocarán lo que observamos como una contracción del músculo. Un proceso que parece muy largo desde que pensamos en movernos hasta que se realiza pero que solo dura unos pocos milisegundos.

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